Similitudes y diferencias entre el enfoque de «clusters» y el enfoque de «distritos» o «proyectos industriales».

Los “distritos industriales” y los “clusters” son dos modelos de organización de la producción que suponen, al mismo tiempo, dos enfoques del desarrollo económico que reconocen un papel fundamental a la localización territorial aunque tienen algunas diferencias significativas.
Ambas formas pretenden desarrollar modelos de producción basados en la economía aplicada al conjunto de la sociedad aunque debe tenerse en cuenta las diferencias existentes entre ambas.
Como punto de partida, se debe tomar como marco de referencia las nociones de ambos enfoques para tener una idea general del asunto que se presenta para su análisis y comprensión. Así, se entendería como “distrito” a la entidad socio-territorial caracterizada por la presencia activa simultánea, en un territorio delimitado por razones naturales e históricas, de una comunidad de personas y de un conjunto de empresas que tienden a interrelacionarse mientras que, por otro lado, se entendería por “clusters” aquellas concentraciones geográficas de una seria de empresas interconectadas, proveedores especializados, diversos entes que suministran servicios para actividades relacionadas, instituciones asociadas, asociaciones comerciales , etc.
Se puede observar como el “distrito” enfatiza un desarrollo a nivel local asignando un papel estratégico a las comunidades de personas y al agrupamiento de empresas mientras que, de otro lado, los “clusters” se centran más en la búsqueda de aquellas fuentes que proporcionen ventajas competitivas sectoriales de los agrupamientos de empresas situados en diferentes lugares o territorios geográficos.
Además, los “distritos” consideran al territorio como un lugar para vivir en el que se desarrolla la capacidad humana de producción y trabajo de una comunidad; por su parte, los “clusters” se consideran como modelos organizativos de redes de empresas e instituciones enmarcadas en un determinado contexto geográfico.
El modelo de “distrito” está muy arraigado en el contexto social en el que se lleva a cabo una trama inseparables entre el conjunto poblacional y las empresas, es decir, se integra el desarrollo económico y el desarrollo de la sociedad; relación que en el modelo de “clusters” no se produce con tanta fuerza ya que el componente social se muestra como contexto del componente económico, gozando así de un menor protagonismo e importancia.
Los análisis de aplicables a los “distritos” son minuciosos a la hora de estudiar en profundidad la dinámica de las relaciones triangulares entre empresas, instituciones y población local mientras que los “clusters”, aunque tratan de realizar estudios pormenorizados y concretizados, tienen como finalidad la realización de análisis estratégicos en atención a aspectos competitivos.
En lo referente a aspectos de formación de redes y estrategias de articulación y colaboración de empresas próximas territorialmente, a pesar de que ambos enfoques comparten esta idea existe una percepción diversa de la misma entre los dos enfoques en relación a la confianza y a la rivalidad respecto de los rendimientos de las empresas. En el caso de los “distritos” se da mayor énfasis a la construcción social del mercado en comparación a los argumentos puramente económicos mientras que, en el caso del enfoque de “clusters” se percibe positivamente la rivalidad y la cooperación entre empresas para favorecer la innovación y la mejora del rendimiento global de los mismos.
Como punto de encuentro entre ambos enfoques, hay que resaltar la considerable importancia que ambos otorgan a la localización, tal y como se mostró al comienzo, llegando a considerarla como una variable clave, ya sea considerándola como un lugar de vida para la población o como un recurso estratégico clave para la estrategia competitiva.
En lo que se refiere a las medidas intervención o de diseño de políticas de actuación, teniendo en cuenta los aspectos y peculiaridades de ambos enfoques, resultará obligatorio tener una visión conjunta de la construcción social de los territorios junto con los proyectos de integración productiva.
Conforme a esto, se requerirán políticas de desarrollo territorial con objetivos que incluyan y afecten al capital humano, el capital social e institucional, el capital natural y cultural y el capital económico y financiero local afín de dar un impulso y abrir lugares de encuentro entre los diferentes actores territoriales con los objetivos de favorecer un aprendizaje colectivo, impulsar relaciones de confianza mutua e instaurar una cohesión social por motivos éticos y empresariales.

MANUEL JESÚS RODRÍGUEZ JEREZ

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